Cierro los ojos como si cerrándolos
viera
con mayor intensidad.
Siento por dentro un dolor
que devora los momentos
de un ayer de mayor felicidad.
El vacío va dilatándose
con amargura y resentimiento
de tu olvido cada vez más lejano.
No quiero sentir más
una vez tras otra , tu ausencia
el que no estés aquí, me duele.
Es un puntazo aquí dentro
de desgarro y que aumenta
e intentándolo ignorar es negar
que no te puedo olvidar.
Alguna lágrima aflora cayendo
por mi mejilla ¡ Cómo duele!
Aún niego la realidad.
Tu no presencia.
Estoy convencida de que nunca
podré dejar de sentirte cerca.
Mis ojos volverán a dibujar
tu mirada y mis manos
acariciarán tu piel fresca.
Haré que regreses.
Esperaré tu retorno.