Azar del destino
caprichoso e ilógico
escasamente racional,
traicionero, versátil.
Te ensalza e infunde
esperanzas de gloria,
para después arrojarte
al más descomunal
abismo. Engullendo
todo a su paso,
arrastrándote, sin piedad.
Azar del destino
caprichoso e ilógico
escasamente racional,
traicionero, versátil.
Te ensalza e infunde
esperanzas de gloria,
para después arrojarte
al más descomunal
abismo. Engullendo
todo a su paso,
arrastrándote, sin piedad.
Manos ocultas, sumidas
en la opacidad del mar,
manos desafiantes, impulsoras,
contrariando la gravedad.
Manos atrayentes, envolventes,
seductoras,rompedoras,
afiladas, pulidoras, de acción
incesante, y proceder constante.
No vacilan, ni dudan.
Sólo actúan de abajo arriba,
se arremolinan
asiendo con seguridad
y firmeza férrea.
Manos que mecen,
con suave vaivén,
temblorosas,arrulladoras,
tonificantes, refrescantes,
temerosas cuando
impiden despegarse.
Manos que emiten,
suaves balanceos
con rítmos pausados,
algunos ecos, atronadores.
Son manos que te atraen,
que insinúan su atractivo
misterioso, oculto, desafiante.
Manos que al seducirte
y confiar en ellas,
te engullen en su lecho.
Son las manos del Mediterráneo
bravías, mansas,salpicadas
de espuma y sal.
Juego entre estrellas
en la noche estrellada,
mirando la luna,
una estrella más.
Con mis dedos alcanzo,
las toco, acaricio,
mis ojos las ven, y
voy contando: mil una,
un millón, infinitas,
una estrella más,
lejana,distante
en la noche oscura.
Un sueño de luz
de frío contacto.
Me siento infinita.
Una estrella más.